El canto de río brota desde su cauce y desde allí se desparrama.
El fuego brota del corazón de la leña y desde allí se comunica y se comparte.
Si no hay fuego en los troncos, no hay llamarada entre ellos.
De la misma manera, es del corazón de donde brotan las realidades que se comparten entre los corazones.
La paz y la alegría estarán entre los amigos si previamente están en el corazón de cada uno de ellos.
Mamerto Menapace
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